La serie sigue las andanzas de un grupo de caza-recompensas que persiguen fugitivos por diferentes locaciones del espacio en clave retro-western a bordo de la nave Bebop. A medida que los capítulos pasan, ciertos aspectos filosóficos existencialistas comienzan a sobrevolar la historia: soledad, nihilismo…
Spike es el protagonista principal, un antiheroe con un pasado oscuro y misterioso. Lo acompaña Jet -un ex policía cuyo pasatiempo es el cuidado de árboles bonsai-, y al equipo se le suman posteriormente Faye -una joven audaz y y traicionera-, Ed -una niña hacker de gran inteligencia- y la mascota Ein.
Los capítulos son autoconclusivos pero al mismo tiempo van tejiendo, de a poco, una historia principal. Grupos ecologistas extremos, traficantes de drogas, criogenia, sectas, parques de diversiones abandonados. Todo magníficamente acompañado al compás del jazz y blues.
Y finalmente, el que es quizás el mayor acierto de la serie: solo 26 episodios y un final que no es feliz. Por fin alguien lo hizo.